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Enfermedad renal crónica en gatos: ¿se deben utilizar siempre alimentos "renales"?.


miércoles 10 agosto 2022


Enfermedad renal crónica en gatos: ¿se deben utilizar siempre alimentos "renales"?

Insuficiencia renal crónica en gatos: cómo, cuándo y por qué utilizar alimentos específicos para el tratamiento de esta patología.

La CKD (chronic kidney disease) es una de las enfermedades más comunes que se encuentran en los gatos mayores y se define como una alteración orgánica y/o funcional de uno o ambos riñones, presente durante al menos 3 meses.

Entre las "estrategias terapéuticas" que implementan los veterinarios en animales afectados por esta patología, casi siempre, se incluye el uso de alimentos comerciales "renales", que están indicados para gatos con insuficiencia renal crónica.

Estos alimentos se caracterizan generalmente por:
- Contenido reducido en proteínas, sodio y fósforo
- Mayor contenido de fibra soluble
- Suplementación con vitaminas B
- Integración con antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados
- Alta densidad energética y alto contenido en lípidos

El objetivo principal de estos alimentos es contrarrestar el aumento de urea, proteinuria, anorexia, desequilibrios hídricos, electrolíticos, minero-vitamínicos y ácido-base que pueden aparecer en pacientes con CKD.

Pero, ¿deberían usarse siempre estos alimentos?

Los estudios científicos muestran que la respuesta correcta a esta pregunta es no. La elección de la dieta correcta, a administrar a un enfermo renal, debe pasar en primer lugar por una cuidadosa y correcta estadificación de la enfermedad en curso. En primer lugar, porque un sujeto con enfermedad renal, y afectado por CKD, no necesariamente tiene insuficiencia renal crónica y, en segundo lugar, porque la disminución de la función renal, que puede resultar de la presencia de CKD, puede presentar diferentes grados de gravedad. La gravedad de la CKD ha sido clasificada en 4 etapas por la International Renal Interest Society (IRIS).

La estadificación se basa inicialmente en la concentración de creatinina en la sangre en ayunas, seguida de un análisis de orina completo, para evaluar la gravedad específica y la presencia de proteinuria, y por una evaluación de la presión arterial.

Para brindar una correcta terapia y una correcta alimentación, también es necesario evaluar el nitrógeno ureico en sangre, la fosfatemia, el hemograma así como la evaluación de la morfología de los riñones a través de una ecografía abdominal.

También se ha introducido recientemente un nuevo marcador de la función renal, la SDMA, que, según los estudios realizados hasta el momento, parece ser capaz de detectar de forma precoz la reducción de la función renal y, por tanto, puede ser una herramienta adicional útil tanto para el diagnóstico y estadificación de la CKD.

Para conocer la estadificación correcta de IRIS, consulte el sitio web: www.iris-kidney.com/.

Una vez estadificada la patología e identificado el grado de insuficiencia renal del sujeto, se debe evaluar la mejor estrategia nutricional a aplicar.

Los factores nutricionales clave para el manejo de la CKD en gatos (indicados por Small Animal Clinical Nutrition SOBRE SUSTANCIA SECA) son los siguientes:

Proteínas
28-35%

Fósforo
0,3-0,6%

Sodio
<0,4%

Cloro
1,5 x sodio

Potasio
0,7-1,2%

Omega3
0,4-2,5%

Vitamina E
>500 IU/kg

Vitamina C
>100-200 IU/kg



Si se decide alimentar el gato con un alimento "renal" comercial, primero si debe tener en cuenta que los distintos alimentos tienen diferentes niveles analíticos y, por tanto, que dependiendo del sujeto (y del estadio IRIS en el que se encuentre), puede ser útil elegir uno en lugar de otro.

Se debe prestar especial atención a la cantidad y calidad de las proteínas contenidas, para evitar una restricción proteica excesiva cuando no es necesaria.

De hecho, nunca debemos olvidar que el gato es un “carnívoro estricto” y que las proteínas juegan un papel fundamental en su dieta, sobre todo cuando el sujeto es de edad avanzada y, por tanto, se debe evaluar con mucho cuidado una disminución en su dieta.

Si por un lado la restricción proteica puede favorecer la reducción de la azotemia y los síntomas resultantes, por otro lado una restricción excesiva puede causar daños igualmente importantes como desnutrición, alteración de la respuesta inmune, reducción de la síntesis de hemoglobina así como la pérdida de tejido muscular.

Además, para asegurar un aporte adecuado de aminoácidos esenciales, al menos el 80% de la ingesta proteica debe provenir de proteínas animales de alto valor biológico (carne, pescado).

Las guías actuales desaconsejan hacer una reducción de proteínas en animales en estadio IRIS 1, mientras que en estadios próximos se recomienda una reducción gradual.

Sin embargo, estudios recientes cuestionan estas pautas, argumentando que la reducción de proteínas debe evitarse incluso en gatos con insuficiencia renal más avanzada.

La dosificación de proteínas a administrar en gatos con CKD sigue siendo, hasta la fecha, uno de los temas científicos más debatidos en nefrología y nutrición veterinaria.

Bibliografía:
Actas del congreso italiano sliac de 2016
Furlanello T. Actas del Congreso Aivpa 2017
International Renal Interest Society, IRIS Staging of CKD, 2017
Margie A. Scherk and Dottie P. Laflamme.  Controversies in Veterinary Nephrology: Renal Diets Are Indicated for Cats with International Renal Interest Society Chronic Kidney Disease Stages 2 to 4: The Con View, 2016
Michael S. Hand, Craig D. Thatcher, Rebecca L. Remillard, Phillip Roudebush, Bruce J. Novotny. Small Animal Clinical Nutrition, 5th Edition 2006


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